La terapia con Rommel sigue su curso . Lo mejor de todo , es que me he olvidado ya de la bolsita de premios ,y vamos por la calle y por las plazas conociendo a perros. Ya no reacciona apenas como hacia antes con los perros pequeños y medianos, aunque aún estamos trabajándole la reactividad a perros grandes.
Aun tiene miedos, ruidos o movimientos que es imposible predecir ( alguien que arrastra una silla de metal… pega un bote com un gato…). Al salir de casa, los 5 primeros minutos va tenso ( no tanto como antes claro..) Quien mas nota el cambio , soy yo. Cuando lo llevo a pasear mas holgadamente, hay veces que he flipado con las señales de calma que el ofrece a otros perros al acercarse ( curva, el otro perro reacciona, romel se pone a olisquear el suelo o mira para otro lado y finalmente se huelen y se va..)
He recomendado los servicios de Xila\’s por el barrio, pero hay gente muy reacia a no castigar, me acusan de blandengue.
Si no esta arreglado ya, lo atribuyo mas a su caracter especial (o sus vivencias anteriores, ya que lo adopté del CAAC de Barcelona y no sabemos su pasado), a nuestra situacion, a que el primer año que lo tuvimos los paseos, creo, que fueron incorrectos ( pelota a punta pala, excitacion total y regañar y corregir si ladras a otro perro …) etc etc…por cierto llevo meses sin practicamente tirarle la pelota.