Los perros han evolucionado para poner «caritas tiernas»

Observando la cara de un perro y un lobo, es fácil reconocer que son ligeramente diferentes. En el presente estudio profundizan en qué rasgos anatómicos tienen ambos animales que les aporta una expresión facial tan distinta.

Las conclusiones al comparar la musculatura facial entre perros domésticos y lobos grises, son que es muy parecida excepto en la musculatura de alrededor del ojo. Los perros poseen los músculos levator anguli oculi medialis y el retractor anguli oculi lateralis. Estos músculos realizan un movimiento en la zona de alrededor del ojo, tirando de la esquina lateral de los párpados hacia las orejas, lo que hace que el perro puede levantar las cejas y el lobo no. El lobo no presenta en su anatomía estos músculos, sino escasas fibras musculares que no pueden mover ni levantar la zona de las cejas.

Algunas de las razones que ofrece el estudio ante estas diferencias es que en los perros se han moldeado tanto su comportamiento como su anatomía al crear las diferentes razas. Dado que tenemos un especial interés en que nuestros perros nos atiendan y respondan, es muy probable que ese movimiento facial haya facilitado la selección de los perros que podían mover las cejas mostrando expresión de atención cuando nos comunicamos con ellos. Por lo que probablemente esos ejemplares se han elegido más para la reproducción que los perros menos expresivos.

Algunos autores demostraron que un movimiento de elevación interna de cejas, es atractivo para los humanos ya que dicho movimiento hace que los ojos parezcan más grandes y aporta rasgos infantiles a las facciones de la cara. El movimiento de cejas aumenta el paedomorfismo (aspecto infantil en edad adulta) y se parece a la expresión que realizamos los humanos cuando estamos tristes o sorprendidos. De manera que los perros presentan una mirada menos amenazante, más infantil y cuando ponen cara de sorpresa o pena, reciben muestras de cariño de su familia, por lo que aumentan dichas expresiones al ser reforzadas con atención.

Que nuestros perros sean más expresivos se debe, en gran parte, a la convivencia con el humano y la necesidad de comunicarse con nosotros.

De todas las especies los perros han desarrollado una comunicación con el humano excepcional, son hábiles en el uso de señales de comunicación humanas, como el acto de señalar. Algunas investigaciones (de las he hemos hablado en otros artículos) sugieren que el contacto visual entre humanos y perros es crucial para la interacción social con los canes, y los perros (pero no los lobos) están motivados a mantener contacto visual con los humanos a partir de una edad temprana. De hecho en algunos estudios se ha demostrado que mirar a los ojos a nuestro perro aumenta la producción de oxitocina,fundamental para aumentar el apego entre mamíferos.

La evolución de los perros está ligada históricamente a la evolución humana. Según los estudios de Coppinguer, probablemente hace 12000 años una especie de cánido motivado por comer restos de la basura de los pobladores del mesolítico huía menos de los humanos y podía alimentarse de forma relativamente sencilla. De esta manera el protoperro evolucionó a perro y fue acercándose más a los humanos, y estos, que tenían un animal dócil merodeando los poblados, probablemente lo empezaron a utilizar en la caza y la guarda como muestran los grabados de Roma y Grecia.

Es lógico pensar que el humano, que quiere controlarlo todo, comenzó a seleccionar esos perros y a tener una cría seleccionada, ya sea por tamaño, color o aptitudes para el trabajo. Y esto evolucionó a que hace aproximadamente 150 años comenzara la “moda” de las razas de perro, con exposiciones, clubes de raza y demás.

Esto significa que desde el inicio, el perro ha convivido de cerca con el humano, del que siempre ha obtenido como mínimo, alimento. Es lógico pensar que dado que nos observan y esfuerzan en conocernos, han aprendido que poner caritas funciona a modo de comunicación con el humano y de obtención de atención y comida. Actualmente los estudios de perros salvajes en entorno humano, establece que una de las formas de conseguir alimento de estos perros es acercarse a turistas poniendo su mejor cara de pena para que le den un poco de eso tan bueno que están comiendo.

Por otro lado, lógicamente si el humano selecciona animales para crear una raza, un animal más expresivo será seleccionado por encima de uno menos expresivo. De hecho, en el grupo 9 de la clasificación de razas denominado: perros de compañía lo forman perros graciosos, expresivos, juguetones, con ojos muy redondos y con características infantiles como el Carlino o el Chiuaua, muy diferentes de los perros tipo primitivo como el Husky Siberiano, o el Akita Inu menos expresivos, con ojos más rasgados y seleccionados por su aptitud al trabajo.

Por último añadir que poner cara de pena o sorpresa, por un lado muestra una emoción (porque los perros sienten y piensan) y por otro lado es una excelente forma de comunicarse con nosotros. Si cuando comemos algo rico un perro pone cara de pena pareciendo que no ha comido en tres meses… ya sabemos lo que nos está diciendo, o mejor dicho, pidiendo.

 

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Fuente:https://www.pnas.org/doi/full/10.1073/pnas.1820653116

 

 

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