Es muy común escuchar que los perros marcan los árboles de su barrio para delimitar su territorio, ya que es un macho dominante. A esta teoría tiene dos lagunas. Una que ese marcaje dura poco, ya que suele venir otro perro y orinar encima de su marca enseguida. Con lo cual el primer perro tendría que orinar exactamente donde orinó el día anterior , como levantarías las vallas de tu jardín si alguien las tirara (cosa que no suele ocurrir aunque lo paseemos por el mismo sitio). Y dos: si llevas a tu perro a dar un paseo a un lugar a 50 km de tu casa, realiza el mismo sistema de marcaje, incluso con más intensidad, ese nuevo territorio también lo daría por suyo y nos plantearía el siguiente problema: los perros quieren conquistar el mundo.
Existe otra teoría más demostrada, y real, desarrollada por George Petri (químico orgánico de análisis del Monell Chemical Senses Center de Philadelphia) especializado en feromonas e información de los olores corporales, que establece que la orina del perro en realidad es una fuente de información sobre el mismo.
Dado que el olfato del perro está entre 10.000 y 100.000 veces más desarrollado que el nuestro, es capaz de captar mucha información a través de las feromonas liberadas por la orina tales como dieta, sexo, sistema emocional, enfermedades etc. De todos es sabido la gran labor que realizan los perros de alerta médica, capaces de detectar cáncer a partir de la orina de los pacientes (dado que con esa enfermedad cambia la composición química del cuerpo y en la orina se liberan ciertos componentes que el perro detecta). También es sabido que un perro detecta ciertos cambios de humor en el dueño, y es debido a que las feromonas cambian su olor dado que cualquier alteración en el estado de ánimo produce un cambio de nuestra composición química.
Así pues, los perros lejos de marcar “lo que es suyo” simplemente se presentan dejando su olor para presentarse a los demás perros del barrio, es como una tarjeta de visita: “hola soy un perro adulto, macho, sano…”. Así que sería más adecuado hablar de “pipí de cortesía” o de “presentación”. Éste comportamiento es más intenso en entornos desconocidos ya que tiene que presentarse a muchos perros nuevos y tiene que oler las tarjetas de visita de los demás perros.
Cuando se encuentran dos perros, en ocasiones podemos ver la siguiente escena:
- El perro número 1 se acerca a un árbol y orina, alejándose después realizando media curva
- El perro número 2 se acerca a oler y orina encima de la marca, alejándose después con media curva
- El primer perro huele la orina del segundo y, después ambos se acercan a olerse “en persona”
En realidad es una presentación muy educada entre dos perros tímidos, que antes de acercarse necesitan entregar esa “tarjeta de visita”. Cada uno deja su olor e invita al otro a acercarse realizando una señal de calma.
Así pues, y por lo anteriormente explicado, siempre deberíamos dejar a nuestro perro tomarse su tiempo para oler durante el paseo, marcar en los árboles que considere oportuno, y realizar el ritual de “pipí de cortesía” cuando se encuentra con otro perro.
Hay otro problema! los perros que «beben» pis, sobre esto, te dejo un episodio del podcast