
¡Qué alegría tenerte aquí de nuevo! En este podcast, mi misión es guiarte en el apasionante viaje de entender a tu peludo, educarlo y conocerlo a fondo. ¡Pero también, eliminar ese molesto «pero» de la frase «mi perro es muy bueno, pero…» para que simplemente puedas decir «mi perro es muy bueno y punto»! ¡Porque todos los perros son buenos en esencia! Solo necesitan nuestra ayuda para superar esos pequeños problemillas de comportamiento y brillar en todo su esplendor.
En el episodio de hoy, nos sumergiremos en el increíble mundo de los perros, explorando una duda que nos ha llegado. Pero antes de sumergirnos en este tema apasionante, quiero invitarte a que visites silas.es, el sitio está justo aquí en las notas del programa, ¡no te lo pierdas! Además, si aún no eres parte de la familia de perreteros, te animo a que te suscribas a la newsletter. ¡Estoy enviando información genial y contenido súper interesante! Y sí, como saben, a veces mis newsletters duran poquito, pero eso es porque solo quiero compartir cosas realmente valiosas.
¿Y qué tal esas semanas anteriores? ¡Ha sido increíble recibir sus mensajes! Y aunque soy consciente de que estoy aquí en mi rinconcito grabando, nunca imaginé que llegaríamos tan lejos. Pero dejando de lado mis reflexiones, vamos al meollo del asunto. Hoy contamos con una pregunta de «El Rincón de Rubén», que nos llegó a través de Instagram. ¡Gracias por confiar en mí para ayudarte!
Rubén nos pregunta sobre un comportamiento curioso de su perro en el coche. Resulta que cuando están conduciendo y su perro ve a alguien o escucha el freno de mano, ¡comienza a ladrar, llorar y ponerse nervioso! ¡Vaya, eso sí que es un festival de emociones caninas en el coche! Pero tranquilo, Rubén, aquí estoy para darte algunas pautas que pueden ayudarte a entender y abordar esta situación.
Ese ladrido largo, agudo y emocionado suele ser un signo de excitación. Pero vamos por partes. Primero, si el freno de mano desencadena este comportamiento, ¡estamos ante un sonido condicionado de emoción! Algo parecido a cuando un perro asocia el timbre de la puerta con la llegada de alguien emocionante. En este caso, necesitamos cambiar esa asociación excitante por algo más relajado.
Aquí van los pasos que podemos seguir: Primero, trabajaremos con el freno de mano. Mientras el perro está en el coche, tiramos el freno de mano y lanzamos premios hacia atrás, como si estuvieran lloviendo. Asociamos el sonido del freno con algo positivo, ¡premios del cielo!
Después, cuando el perro ya esté más tranquilo al escuchar el freno, aumentaremos el tiempo entre que echamos el freno y lanzamos los premios. Esto ayudará a que el perro empiece a asociar el sonido con tranquilidad y no con emoción excesiva.
Para dar el siguiente paso, necesitaremos la ayuda de amigos, conocidos o vecinos mágicos. Cuando alguien se acerque al coche, lanzamos premios hacia atrás mientras conversamos con esa persona. Así, el perro irá asociando la presencia de gente con recompensas, y poco a poco dejará de ladrar y emocionarse tanto.
¡Y por supuesto, paciencia y constancia son clave! Puedes practicar varias sesiones cortas al día para ir trabajando en este comportamiento. Recuerda que todo esto se basa en ir cambiando las emociones y las asociaciones en la mente de tu peludo amigo.
Antes de despedirme, te animo a que si te ha gustado este episodio, dejes tu apoyo dándole al botón de «me gusta» o dejando cinco estrellitas si estás en Spotify. ¡Esto nos ayuda a crecer y llegar a más perretes necesitados de ayuda y amor!
Así que, perreteros y perreteras, espero que hayan disfrutado de este episodio tanto como yo disfruté creándolo para ustedes. ¡Nos escuchamos en el próximo episodio, donde continuaremos explorando el maravilloso mundo de los perros! ¡Hasta luego y muchos lametazos perrunos!
Suscríbete a mi Newsletter Newsletter
Si aprendes con el podcast, mis cursos te van a cambiar la vida y van a hacer muy feliz a tu perrete Cursos educación canina
Sigue aprendiendo en mi web xilas.es