
Hablemos de un tema vital: la calma. Es una palabra que circula mucho en el mundo canino y con razón. Tu tranquilidad influye directamente en la de tu perro. Eso es lo que quiero que comprendas en el corazón de este episodio. Tus emociones se transmiten a tu peludo compañero, como si fueran señales invisibles. Y aquí es donde entra en juego la importancia de mantener la calma. Para los educadores caninos novatos, este es un aspecto fundamental a desarrollar.
A veces, las situaciones pueden ponerte nervioso o ansioso, y es natural. Pero es crucial que aprendas a manejar estas emociones, ya que tu perro está conectado a ti. Imagina que eres un faro de calma para él en un mundo lleno de estimulación. Si tú te sientes ansioso, tu perro lo percibirá y reaccionará en consecuencia. Así que, si estás considerando sumergirte en el mundo de la educación canina, la paciencia y la calma son tus mejores aliados.
Recuerda que cada perro tiene su propia personalidad y forma de reaccionar. Pero aquí hay un truco valioso: si te encuentras en una situación tensa, ¡empieza a bostezar! Puede sonar curioso, pero el acto de bostezar y respirar profundamente puede disminuir tu nivel de estrés. Esto también influye en cómo tu perro te percibe. Tu olor cambia cuando estás estresado, y tu peludo amigo lo captará al instante. Así que, ¡respira profundamente y bosteza para transmitir calma a tu perro!
Además, quiero compartir contigo un consejo infalible para manejar situaciones desafiantes en la calle. Si te encuentras con otro perro y sientes que la tensión aumenta, en lugar de tensar la correa, haz todo lo contrario. ¡Deja que la correa esté floja! Y aquí está el toque mágico: comienza a cantar o hablar de manera un poco extravagante. Puede parecer extraño, pero este cambio en tu tono de voz y comportamiento distraerá a tu perro de la tensión. Con un enfoque lúdico, lograrás que tu perro esté más relajado y menos ansioso en situaciones difíciles.
También quiero recordarte que el camino hacia la calma y la confianza mutua puede ser gradual. Si tienes un perro reactivo o con miedos, acércate a situaciones desafiantes poco a poco. No te fuerces ni expongas a tu perro a situaciones que puedan desencadenar estrés. ¡El ritmo lo marcas tú! Y si alguna vez te encuentras en una situación tensa, recuerda respirar, bostezar y transmitir esa sensación de paz a tu compañero canino.
Y así, queridos oyentes, llegamos al final de este emocionante episodio. Si te ha gustado y has encontrado valor en las ideas compartidas aquí, te invito a que nos des cinco estrellas en Spotify y un me gusta en iBox. ¡Comparte este episodio con amigos y familiares que también puedan beneficiarse de estos consejos!
Recuerda, cada pequeño cambio que haces en tu relación con tu perro puede llevar a grandes transformaciones en su comportamiento y vínculo. ¡Nos escuchamos en el próximo episodio! ¡Adiós y hasta pronto!
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Hola Sonia, me encantas y me encanta como transmites esa pasión x los perretes, como tu les llamas. Me siento totalmente reflejada en este podcats. Pienso que no es mi perro el reactivo, soy yo que no puedo evitar pensar que me voy a encontrar con algún perro al cruzar la esquina y voy mirando a lo lejos por si ya veo aproximarse alguno. Y el paseo se acaba cuando me encuentro con alguno. Salgo con miedo, no lo puedo controlar. Me da algo más de seguridad salir con bolsa de chuches para ir distrayendolo, aún así el me lo nota. Que puedo hacer? Muchas graciassss
Hola, lo mejor es pasear lo más relajada posible, recuerda que «huelen tu miedo», así que no te expongas a situaciones donde no te sientas segura. Un saludo