
¡Hoy vamos a entrar de lleno en un tema que me apasiona y que seguramente también les interesa a muchos de ustedes!
Así que, agárrense porque en este episodio número 231, vamos a explorar en detalle la cuestión de si nuestros queridos caninos son realmente cazadores por naturaleza. Sí, eso es correcto, vamos a abordar el dilema de si mi perro es cazador o no. Y permítanme aclarar, desde el principio, que esta es mi opinión basada en años de investigación y estudio.
Estoy aquí para desterrar ese dicho común: «Mi perro es muy bueno, ¡pero es cazador!» ¿Cuántas veces hemos escuchado eso, verdad? Pero, ¿qué hay de verdad en esta afirmación? Puede que estén pensando en esos momentos en los que su perro persiguió a una paloma o incluso atrapó a un pequeño roedor. Sin embargo, permítanme exponer mi perspectiva: considero que los perros no son cazadores por naturaleza, y aquí les contaré por qué.
Empecemos con algunos antecedentes. Sí, es cierto que los perros provienen de una larga línea de ancestros cazadores. Los lobos, los zorros y otros cánidos son cazadores innatos. Pero eso no significa que los perros que compartimos nuestro hogar tengan las mismas habilidades o instintos de caza. ¿Han oído hablar de los perros ferales? Son esos perros salvajes que viven sin contacto humano. Los he estudiado y he tenido la oportunidad de observarlos en Rusia. Aunque tienen ciertas interacciones de caza, no pueden compararse con los cánidos salvajes en términos de caza activa.
Pero, ¿qué pasa con los perros de caza que conocemos? Sí, existen razas que han sido seleccionadas a lo largo de los años para ayudarnos en la caza. Los setters y pointers, por ejemplo, son perros que señalan presas. Los spaniels pueden espantar a las aves, y los retrievers son excelentes en traer de vuelta lo que se ha cazado. Sin embargo, aquí está el quid de la cuestión: estos perros asisten a los cazadores humanos, pero en sí mismos no cazan activamente.
Si tu perro, en lugar de disfrutar de un paseo tranquilo por el campo, está obsesionado persiguiendo conejos, palomas o lo que sea, es un indicio de que algo puede no estar del todo equilibrado en su comportamiento. Puede estar aburrido, ansioso o incluso estresado. Los perros abandonados o ferales, en realidad, no suelen cazar y consumir presas en la naturaleza, como sí lo hacen los cánidos salvajes.
La caza es un comportamiento ansioso, una obsesión. Los perros que se dedican a perseguir y matar presas pueden necesitar más estimulación mental, actividad física o incluso ayuda profesional para redirigir su energía de manera más saludable.
Así que, si conocen a alguien que dice tener un perro cazador, o si ustedes mismos han pensado eso, compartan este episodio. Mi objetivo es brindar una perspectiva diferente y ayudar a comprender mejor a nuestros peludos amigos. Recuerden que esto es parte de un constante proceso de aprendizaje y evolución. Quién sabe, en el futuro podría cambiar mi opinión, ¡pero por ahora les ofrezco mi argumentación basada en años de estudio!
¡Hasta la próxima vez, amantes de los perros! Recuerden suscribirse, valorar este podcast y compartirlo con otros amantes de los perros que quieran explorar más a fondo el fascinante mundo de nuestros amigos de cuatro patas. ¡Adiós por ahora!
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