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¡Hola a todos! Soy Sonia y hoy tengo el placer de presentarles un episodio muy especial: «Acompañando el duelo animal con Rosa». Estoy encantada de estar aquí para hablar sobre un tema muy importante para mí: el duelo animal. Soy acompañante en el duelo animal. Durante un tiempo, Rosa fue acompañante en el duelo de personas, pero se ha formado específicamente para apoyar a quienes han perdido a sus animales de compañía. Este tipo de duelo suele estar muy escondido y no es socialmente aceptado, lo que hace que sea una experiencia muy dolorosa. Ha pasado por muchos duelos de animales, ya sea de nuestros propios animales de familia o de aquellos que hemos tenido que dar en adopción. El dolor es muy real, tanto por la muerte como por el desprendimiento de estos seres que consideramos parte de nuestra familia. Hemos sido casa de acogida durante 30 años, especialmente de gatos, y la despedida siempre es difícil. He llorado mucho, incluso después de llevar a un gato a su nueva familia, al punto de querer llevármelo de vuelta a casa. Los animales se convierten en parte de nosotros, y el duelo por ellos es tan real como el que sentimos por las personas. No entiendo por qué debemos amar más a nuestra especie que a otras. Podemos amar a todos los seres vivos y sentir dolor por su pérdida. El duelo no se limita a la muerte; puede ser por muchas otras cosas, como perder un trabajo o incluso un coche. El duelo es despedir una etapa de tu vida, y eso puede ser muy doloroso. Con los animales, la culpa es un componente muy fuerte. Siempre nos cuestionamos si hicimos lo suficiente, si elegimos el veterinario adecuado o el alimento correcto. Esa culpa puede ser devastadora, pero hacemos lo mejor que podemos con lo que tenemos y sabemos en ese momento. He vivido el dolor de perder animales que fueron como hermanos para mí. Compartí mi experiencia en episodios del podcast, y mucha gente se ha sentido consolada al saber que no están solos en su dolor. Decidí dedicarme a acompañar el duelo animal porque he vivido tantos duelos no reconocidos. En el trabajo, nadie notaba mi tristeza por la pérdida de un animal, y eso me llevó a bloquear mis emociones. Gracias a la ayuda de una terapeuta y el libro «Espérame en el arcoiris» de Laura Vidal, aprendí a llorar y expresar mi dolor sin vergüenza. Esto me llevó a formarme como acompañante en el duelo animal. Espero que este episodio sea de ayuda para quienes están pasando por un duelo animal. Gracias por acompañarnos.