¿Quién manda aquí? Desmontando mitos sobre la relación con tu perro

En el mundo de la educación canina, hay una frase que escuchamos con frecuencia: “Aquí mando yo, no el perro.” Esta idea, heredada de antigua

s creencias sobre dominancia y liderazgo, puede complicar la relación que tienes con tu perro y añadir estrés innecesario a ambos. Hoy queremos ayudarte a cambiar esa perspectiva y entender a tu perro desde otro enfoque.

Todos los perros son buenos, punto

Muchos guardianes de perros se enfrentan a la frustración de pensar: “Mi perro es muy bueno, pero…” ¿Y si eliminamos ese pero? La realidad es que todos los perros son buenos, aunque a veces presenten problemas de comportamiento que necesitan nuestra guía para solucionarse. Cuando abordamos estos problemas desde la empatía y el conocimiento, nuestros perros se convierten en compañeros ideales, perfectos tal como son.

Desmontando el mito: ¿De verdad tu perro quiere mandar?

Una de las creencias más extendidas es que los perros buscan constantemente “mandar” o ser los líderes en casa. Pero, ¿realmente es así? Vamos a poner esto en contexto:

1. Los perros no buscan dominar: Este mito proviene de ideas antiguas sobre la jerarquía en la educación canina, arraigadas en un modelo anticuado de dominancia. En realidad, los perros son seres que responden a estímulos simples: acción y reacción. Si algo les aporta un beneficio (como tu atención), lo repetirán.
2. Atención, incluso en forma de riña: Si corriges constantemente a tu perro pensando que está “mandando,” sin darte cuenta le estás dando atención, que para él es valiosa. Esto puede perpetuar comportamientos que queremos evitar.
3. No hay pruebas científicas que respalden que los perr
4. os buscan “mandar”: Ellos no planean estrategias para controlarte ni tienen intenciones de imponerse. Lo que sí tienen son necesidades básicas y patrones de comportamiento que podemos comprender y gestionar.

El famoso “Aquí mando yo” en acción

Un ejemplo común es el de los perros que tiran de la correa. Muchas personas piensan que esto es un intento de liderazgo, pero en realidad puede deberse a múltiples factores:

• Estrés o ansiedad.
• Deseo de explorar a su ritmo.
• Un simple hábito aprendido.
• Un ritmo de caminata más rápido que el tuyo.

En lugar de interpretar este comportamiento como un desafío de poder, pregúntate: ¿Por qué tira de la correa? Identificar el motivo es el primer paso para solucionarlo. Con técnicas adecuadas y algo de paciencia, puedes lograr paseos relajados y disfrutables.

Otro mito clásico es el de quién pasa primero por la puerta. Esta creencia probablemente tiene raíces en normas humanas de cortesía, pero aplicarla al mundo canino no tiene sentido. Forzar a tu perro a que siempre espere puede ser innecesario y desgastante. Mejor utiliza ese momento para enseñarle calma o permanencia de forma relajada.

Comprender a tu perro fortalece el vínculo

Cuando dejas de preocuparte por si tu perro “manda” o no, y comienzas a entender sus necesidades reales, la relación se transforma. Menos correcciones y más comprensión significan menos estrés para ambos.

Si sientes que necesitas ayuda para abordar estos comportamientos, hay muchas formas de aprender:

• Cursos especializados: Mi academia de audiocursos está diseñada para ayudarte paso a paso.
• Sesiones personalizadas: Resolver dudas con apoyo profesional marca la diferencia.
• Comunidades: Unirte a grupos de WhatsApp o redes de guardianes de perros puede ser una gran fuente de inspiración y consejos.

Relájate: tu perro no quiere más

Finalmente, recuerda algo fundamental: ¡tu perro ya tiene la vida resuelta! Lo cuidas, lo alimentas, lo mimas y hasta le compras chuches. ¿Qué más podría querer? No busca dominarte; simplemente es un perro que responde a estímulos y que a veces necesita tu guía para convivir mejor.

Así que, si tienes un amigo que aún cree que su perro manda, comparte este artículo con él. ¡Ayudémosles a ver el mundo desde los ojos de sus perretes y hagamos de la convivencia algo mucho más relajante para todos! 🐾