Cómo ayudar a tu perro a perder el miedo al veterinario 🐶💉
¡Hola perretes! Bienvenidos al episodio número 331 de Hablemos de [Música] perretes.
En este podcast y blog quiero ayudarte a entender a tu perro, educarlo, conocerlo y eliminar ese maldito “pero” de la frase:
👉 “Mi perro es muy bueno, pero…”
para transformarla en:
👉 “Mi perro es muy bueno y punto.”
Porque sí, todos los perros son maravillosos, solo que a veces tienen problemas de comportamiento que, con ayuda, se pueden solucionar. Hoy vamos a hablar de un tema muy común: el miedo al veterinario en perros.
¿Por qué muchos perros tienen miedo al veterinario?
Aunque tratemos de que las visitas sean calmadas y agradables, lo cierto es que la mayoría de perros siente ansiedad al acercarse a la clínica veterinaria.
Esto ocurre porque:
Han asociado el lugar con pinchazos, operaciones o molestias.
El entorno suele ser estresante: olores fuertes, otros animales, ruidos desconocidos.
Se sienten inseguros en la mesa de exploración, que resbala y da vértigo.
De hecho, podríamos decir que más del 90% de los perros siente algún grado de miedo al veterinario.
Cómo ayudar a tu perro a disfrutar del veterinario
La clave no es que la visita sea simplemente tranquila.
👉 La visita al veterinario debe convertirse en una auténtica fiesta.
Aquí te dejo un plan paso a paso para trabajar con tu perro:
1. Empieza con tiempo
No lo prepares justo la semana de una vacuna. Lo ideal es tener meses de margen para asociar el veterinario con experiencias positivas.
2. Acércate poco a poco
Pasea cerca de la clínica sin entrar.
Refuerza con premios o juegos a medida que te acercas.
Haz que el perro se sienta seguro a tu lado.
3. Experiencias positivas en la clínica
Habla con tu veterinario y acuerda visitas de 5 minutos solo para dar premios y caricias.
Lleva el juguete o snack favorito de tu perro (tú eliges lo mejor, pero recuerda que quien decide realmente es él).
Acostumbra al perro a entrar y salir sin procedimientos médicos.
4. Manejo y revisión simulada
En casa y en la clínica:
Toca suavemente orejas, patas, boca y barriga.
Acostúmbralo al fonendoscopio (aunque no lo uses para escuchar nada).
Simula pinchazos con un bolígrafo sin punta para que aprenda a tolerar el gesto.
5. Practica la subida a la mesa
Si es necesario subirlo, hazlo poco a poco, siempre con chuches y juegos. La mesa no debe significar miedo, sino diversión.
Consejos extra para cachorros y adultos
Cachorros: es más fácil, ya que aún no tienen experiencias negativas.
Perros adultos: necesitarán más tiempo y paciencia, pero merece la pena.
💡 Piensa en esto: si trabajas un año en que tu perro pierda el miedo, tendrá toda una vida de visitas tranquilas y felices al veterinario.
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